sábado, 13 de diciembre de 2014

¿Qué puedo lograr con un buen control de la empatía?

La vida nos somete a muchas pruebas diarias donde, muchas veces, debemos lidiar con personas muy diferentes a nosotr@s, o todo lo contrario. En este post veremos gran parte de información relacionada con la empatía; qué es, para qué sirve, cómo podemos aprovecharnos de ésta, cómo mejorarla... Obtener un buen control de nuestras capacidades emocionales nos hará más segur@s y sabremos actuar de una manera más coherente y lógica ante muchísimas situaciones del día a día.

¿Qué es?


Es la capacidad cognitiva de percibir, en un contexto común, lo que otro individuo puede sentir. También es descrita como un sentimiento de participación afectiva de una persona en la realidad que afecta a otra.

Las personas con una mayor capacidad de empatía son las que mejor saben "leer" a los demás. Son capaces de captar una gran cantidad de información sobre la otra persona a partir de su lenguaje no verbal, sus palabras, el tono de su voz, su postura, su expresión facial, etc. Y en base a esa información, pueden saber lo que está pasando dentro de ellas, lo que están sintiendo. Además, dado que los sentimientos y emociones son a menudo un reflejo del pensamiento, son capaces de deducir también lo que esa persona puede estar pensando.

Requiere, por tanto, prestar atención a la otra persona, aunque es un proceso que se realiza en su mayor parte de manera inconsciente. Requiere también ser consciente de que los demás pueden sentir y pensar de modos similares a los nuestros, pero también diferentes. Tal vez a ti no te moleste un determinado comentario o broma, pero a otra persona sí puede molestarle. La persona empática es capaz de darse cuenta de que dicho comentario te ha molestado incluso aunque ella sienta de otra manera.



¿Para qué nos sirve?

Poder anticiparse a los movimientos de la persona que tienes siempre ha sido y será la mejor estrategia posible para obtener un buen resultado. Aplicable a todos los ámbitos de la vida: relaciones personales, emocionales, amistad, trabajo, familia, ocio... Una buena sinergia entre la empatía y la intuición hará de nosotros una arma mucho más segura a la hora de actuar.

Saber qué necesita tu pareja sin que tenga que pedírtelo, generar un buen ambiente de trabajo porque compartirás la misma energía que tus compañer@s, tendrás más éxito a la hora de montar un negocio... en definitiva, sacarás más partido de todo aquello que te rodea.

La empatía en la educación

1.   Se ponen de manifiesto las respectivas personalidades. Se parte siempre de la mutua diferenciación, que es posible a partir del conocimiento y aceptación personal. Requiere del padre, madre o educador un grado de madurez donde se haya logrado una identidad, que se reconozcan las limitaciones y cualidades personales, para que haya un equilibrio emocional. De esta forma se evitarán transferencias o proyecciones hacia el niño o el joven.

2.   Supone confianza y comunicación profunda, para que se pueda dar el intercambio. Se tiene que crear el ámbito donde la persona tenga la posibilidad de expresarse, evitando la dispersión. El diálogo, supone crear un espacio donde se haga fácil entenderse, cuidando el tono de voz, el vocabulario, las facciones del rostro y la postura corporal. Todo nuestro ser se tiene que poner a disposición del que nos habla. Es necesario dejar de hacer otras cosas, que pasan a ser secundarias.

3.   En educación es imprescindible que exista empatía, entre padres e hijos o alumnos y docentes. Sabiendo que la iniciativa debe partir del adulto. Para ello hay que predisponerse, descentrándose, saliendo del egoísmo personal. Se hace necesario olvidarse de uno mismo, para lograr ponerse en la perspectiva del otro. La empatía requiere implicación e interés; el educando tiene que percibir que le importamos y que para nosotros, en ese momento, es lo más trascendente.

4.   Compromete a toda la persona: lo cognitivo, la dimensión afectiva, psicológica y espiritual. Desde lo físico supone la intervención de la vista, del oído y del olfato. Con la mirada percibimos el semblante del rostro, penetramos por sus pupilas en el alma y el corazón. El timbre de su voz nos informa de su estado interior, de sus angustias y alegrías. Después del encuentro las personas que se tienen empatía siguen permaneciendo el uno en el otro. La imaginación sigue trayendo a la mente las resonancias que se han producido en el corazón.


5.   Tenemos que tener la voluntad de ayudar en forma desinteresada para poder entablar una relación de empatía. Sólo se captan las experiencias ajenas y se viven en el propio corazón cuando se tiene la libertad de comprometerse. Las vivencias de otros enriquecen nuestro diario vivir, pero no podemos caer en el error de pretender asociar todo lo que vemos en los demás a algo que nos haya ocurrido a nosotros alguna vez. Todo es nuevo, necesitamos vivir del asombro, de la inmensidad del alma humana.

6.   Es nuestra espiritualidad la que nos da acceso al corazón, para entender y vivir sus sentimientos. Pero siempre sin pretender confundirnos con él o dejar de ser nosotros mismos, pues en este caso ya no le podemos ayudar desde nuestra objetividad. La experiencia de la propia intimidad es la que nos permite participar de la vida de los demás. El tener un proyecto propio, nos ayuda a dejar crecer al prójimo. La carencia de metas personales, nos impide dejar volar o crecer a los demás. Cultivar las propias ilusiones nos posibilita encender el entusiasmo en los niños y jóvenes.

7.   Entrar en el mundo personal es dejarse sorprender, sin cambiar nada, evitando todo juicio positivo o negativo. De alguna manera asumimos sus propios criterios éticos para ver las cosas y poder entender su actuar, que pueden ser muy distintos de los nuestros. Esto hace preciso vivir las propias convicciones y valores para no ser vulnerables ante las diferencias de criterio o para no abandonarse a los estados emocionales del momento.  Podemos establecer una relación de empatía, porque estamos seguros de nosotros mismos y podemos tender una mano para alentar al otro. Sin esta diferenciación no puede haber ni comunicación, ni encuentro. Sólo cuando nos sentimos distintos nos podemos poner en camino para poder acercarnos.

8.   La empatía se da en un clima distendido y requiere tiempo. Es un proceso que supone paciencia para hacerse entender y madurez para poder asumir la realidad del otro, sin sustituirlo o anularlo. Las prisas nos conducen a no dar importancia a la realidad y a desconocer aspectos que sólo se nos revelan con el paso del tiempo. Se aprende a entrar en el otro, cuando se lo valora como a alguien sagrado, que merece nuestro respeto y afecto. Esto es posible en la medida que nos abstenemos de pensamientos o actitudes de dominación, superioridad o manipulación.

9.   La escucha promueve en el otro el deseo de expresar lo que siente o lo que quiere. Por tanto, el silencio (como espera) es un ámbito que propicia la comunicación. Cuando lo llenamos todo de palabras, no dejamos tiempo para la reflexión, nos movemos en la superficialidad y nos domina el afán de protagonismo. Se trata de poner en primer plano lo que el otro quiere decir o expresar con sus gestos o su juego.

10. Supone tener una mirada limpia, que esté orientada por un corazón sensible a los sentimientos y preocupaciones de los demás. Así se hace necesario dejar a un lado las heridas personales, los egoísmos, los cálculos materialistas, el frenesí del placer, las palabras de adulación, las sutilezas de las ironías y las impaciencias. Cuando podemos mirar con verdad, se percibe a la persona tal como es y en todas sus dimensiones. En el mundo dominado por lo cuantitativo en cierto modo se desconoce lo íntimo y profundo del alma (de la propia y la del prójimo). Estimular la sensibilidad hacia lo espiritual es la posibilidad que nos podemos dar para admirar la dignidad de los demás y experimentar la alegría de la grandeza de la vocación del hombre. 

¿Cómo ser más empátic@?
  • El primer paso será observar la conducta no verbal:
  • Analizaremos lo que nuestro interlocutor, consciente o inconscientemente, nos transmite a través de sus gestos y movimientos.
  • Recordemos que el “lenguaje no verbal” es el que refleja los sentimientos y las emociones de las personas, y que cuando haya incongruencia entre lo verbal y lo no verbal nos tendremos que quedar con lo no verbal.
  • El segundo paso es llevar a cabo una buena escucha:
  • Mostraremos una actitud cercana mirando a los ojos a nuestro interlocutor, inclinándonos ligeramente hacia él y sintonizando el gesto de nuestro rostro con su emoción.
  • También podemos hacerle preguntas aclaratorias, enfatizar determinados contenidos, resumir los puntos más importantes y todo lo que consideremos necesario para que se sienta escuchado.
  • El tercer, y último, paso a la hora de empatizar, consiste en comprender y demostrar que hemos comprendemos:
  • Para conseguir este objetivo debemos transmitir al otro nuestra comprensión sin ambigüedad. Por ejemplo podremos decirle: “Entiendo perfectamente tu malestar.” Sintonizando siempre con su emoción.

Como todo en la vida, lo mejor que podemos lograr es un equilibrio. Un exceso de empatía puede llevarnos a un mal estar continuo. Ser conscientes de hasta qué punto podemos y debemos involucrarnos en algo añadirá puntos de felicidad en nuestra vida.


Tal vez vivamos en una sociedad donde la gente es cada vez menos empática (según estudio de la Universidad de Michigan, los niveles de empatía de estudiantes universitarios cayeron un 40% entre el año 2000 y el 2010). No obstante, el único modo de hacer que el mundo sea cada vez más empático y no al revés, consiste en que cada persona se esfuerce en ello, prestando más atención a los demás, a sus emociones, a lo que pueden estar sintiendo o pensando, o cómo les afecta lo que dices o haces.
"La instancia ética sobreviene no cuando fingimos que no hay enemigos, sino cuando se intenta entenderlos, ponernos en su lugar" -Umberto Eco- 










Fuentes: http://www.monicamanrique.com/blog/2011/07/12/empatia-que-es-como-utilizarla-y-para-que-nos-sirve/
http://www.belgrano.esc.edu.ar/educando_en_valores/la_empatia_enel_proceso_educativo.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Empat%C3%ADa

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