sábado, 2 de noviembre de 2013

Las pequeñas cosas que cambian el Mundo

Una acción desemboca en otra acción y ésta genera otra acto seguido. Tomamos cientos de miles de decisiones a lo largo de día, aunque no seamos conscientes de la gran parte de ellas. La neurociencia desvela cada vez más el gran poder del inconsciente y existen máquinas para ver cómo decide el cerebro. Los primeros resultados muestran que, antes de entrar en la conciencia, muchas decisiones ya están tomadas por complejas redes cerebrales. ¿Cuántas acciones cometemos de manera consciente? ¿No decidimos "nosotros" realmente?

Todas estas cuestiones las trataremos otro día de una forma más concreta y detallada, pero es interesante, y uniéndolo con la introducción, que una buena acción conlleva otra buena acción.

Según Kant, la buena moral debe seguir la búsqueda de verdades o comportamientos universales, sin importar las consecuencias. Por otro lado, la idoneidad de una acción o valoración de las consecuencias es una evaluación sobre la inteligencia de esa persona, o también de las posibles negligencias que ha cometido en su razonamiento o búsqueda de información. Si bien a una persona no se la puede culpar de sus limitaciones sí se la puede culpar por no tratar de superarlas.

¿Qué acciones son las que cambian o mejoran nuestro día a día? ¿De qué manera repercuten en los demás? ¿Qué originamos con esta actitud y forma de pensar?
Cada ser humano se rodea de una energía que se transforma constantemente dependiendo de nuestro estado anímico. Sabiendo esto sólo debemos saber controlarlo para originar una energía positiva constante.

Tenemos la capacidad de elegir entre estar bien o estar mal. Si algo no tiene solución -que ésa es la solución, que no la tiene- ¿Por qué preocuparnos? Y si la tiene, soluciónalo. No hay más preocupaciones. Saber simplificar los conflictos o retos, que no los problemas, hace que los  solventemos mucho más rápido.

Duerme entre 6 y 8 horas diarias, comienza la mañana con ejercicio para generar endorfinas que te ayudarán a sentirte fuerte y mantén una dieta equilibrada. Para comenzar, sólo con estas 3 acciones diarias, tu vida y energía darán un giro de 360 grados. Si mantienes largas jornadas laborales, descansa cada 2 horas y lee un rato, pasea, distráete. Todo ello en no más de 10-15 minutos.

Dedica unos minutos a conocerte, a pensar en lo que has hecho, cómo y por qué. Si algo no te ha gustado cámbialo. Si algo te ha entorpecido, apártalo. Aprovecha los domingos y no seas un escombro. Ríe, sonríe y confía en en ti y en los que te rodean. Disfruta de tu compañía, así nunca te sentirás solo. Acéptate a ti mismo. Asume tus carencias y explota tus virtudes. Piensa como un niño, y todo lo verás de manera más sencilla. ¿Eres capaz de dibujar un triángulo con un cuadrado? Un niño sí. No estés de mal humor, ¿Por qué vas a estarlo? ¿Qué mejoras con ello? Nada, sino todo lo contrario. Mantén una actitud positiva aunque la situación no se la adecuada. Únicamente de este modo, ésta comenzará a cambiar.




Las pequeñas cosas que cambian el Mundo y nuestra Vida, son las que generamos desde nuestro interior para mejorarnos a nosotros mismos, ya que, si nosotros mejoramos quien nos rodea también.
Y, lo más importante, mantén un plan de vida y unos objetivos. Sólo así sabrás por qué estás aquí, qué debes hacer o cómo tienes que continuar.


La verdadera energía y el verdadero caracter son como el vapor, tranquilo y moderado, sin alardes y sin vacilaciones. -Carlos Pellegrini-







3 comentarios:

  1. Tremendo, bravo. Un gran texto para antes de dormir y así reflexionarlo con calma...

    ResponderEliminar
  2. Bonita filosofía de vida... Intento hacer algo parecido cada día... Un abrazo y nos vemos en breve!!

    ResponderEliminar