El profesor Howard Gardner, uno de los 100 intelectuales más influyentes
del mundo y premio Príncipe de Asturias, se hizo en los años setenta
una pregunta sencilla: ¿podemos imaginarnos que cuando Cervantes
escribía o cuando Velázquez pintaba, sus cerebros estaban haciendo las
mismas operaciones que un astrofísico o un matemático cuando trabajan?
Nos enseñó que la inteligencia es un potencial biopsicológico y que
además es plural. Cada persona posee, además de la inteligencia
cognitiva, otros tipos de inteligencias que nos ayudan en aspectos tan
necesarios como la generación de nuevas ideas y la capacidad de crear,
la posibilidad de llegar a acuerdos, o lograr la confianza en uno mismo y
en los demás. Son las que conocemos, entre otras, como inteligencia
emocional, inteligencia social e inteligencia creativa.
No han pasado más de 20 años. La inteligencia emocional es algo relativamente nuevo en nuestras vidas. Como siempre, existen países mucho más avanzados que el nuestro, los cuales, de manera obligatoria, ya han integrado sistemas como la "estimulación tempraña" o la "psicomotricidad" en la educación de sus jóvenes. Digamos que construyen perfectamente los que después, al de unos años, serán los que gobiernen y lideren el país. Sembrar para recoger.
Desde siempre hemos sido conscientes de que la razón y las emociones de
las personas no son dos dimensiones separadas e independientes. La
investigación en neurociencia que se ha realizado en los últimos 20 años
ha corroborado esa intuición y ha demostrado que educar la razón pasa
por educar las emociones, y que una relación inteligente entre ambas es
decisiva para afrontar la vida profesional y personal.
¿Por qué existen personas con una capacidad enorme de comprensión y reflexión? ¿Qué nos hace abrir la mente? Sin duda alguna, la inteligencia emocional (IE). La investigación más reciente ha constatado que una mayor IE facilita un
mejor rendimiento académico, mejora las relaciones sociales, contribuye
a evitar las conductas disruptivas y mejora el ajuste psicológico.
La educación de las emociones no es un lujo. Es una necesidad imperiosa
que tenemos que afrontar desde las primeras etapas del sistema
educativo. Si hacemos ahora esa apuesta en nuestro país, habrá más
posibilidades de que los ciudadanos sean personas sanas y equilibradas,
menos agresivas y más solidarias, con iniciativa, creatividad y
liderazgo. En definitiva, necesitamos una escuela más abierta que
potencie la inteligencia emocional, social y creativa con el humilde, y a
la vez tan humano, propósito de aprender a convivir y ser felices.
¿Qué relación tienen los retos y la IE? Cuanta mayor IE, más retos añadiremos a nuestras vidas. Los retos son pruebas de superación que nos ayudan a fortalezar la confianza en nosotros mismos. Nos ayudan a construir un camino con una dirección clara y concisa. Nos motivan.
Todo el mundo puede ponerse retos en su vida. Y, no necesariamente, un reto debe ser algo que acabe con tu energía, sino tomar una decisión que, a primera vista, sepas con certeza que vas a conseguir. Una vez logrado esto podrás aumental el nivel de dificultad. Nunca pidas tener menos dificultades, pide siempre mejorar tu habilidad
para ser mejor y afrontar mejor los retos. Porque los retos siempre van a
existir.
La IE emocional nos ayuda y educa a convertir los problemas en retos. Todos tenemos problemas. Cuando tenemos una meta, también tenemos
obstáculos que impiden la consecución de ese objetivo. De otro modo
sería demasiado fácil y no habría diversión. El objetivo bloqueado por
una barrera es un problema. Superar la barrera y lograr el objetivo es
el juego de la vida. A esto también se llama solucionar problemas.
Si no sabes por dónde empezar, quizá, debas realizarte estas preguntas:
¿Qué haces en tu vida que realmente quieres hacer?
¿Qué desearías estar haciendo y, sin embargo, no haces?
¿Qué haces en tu vida que no quieres hacer?
¿Qué no haces en tu vida que no quieres hacer?
Cuando te quedes sin respuestas, probablemente encuentres algo de provecho.
"El pueblo, por desgracia, es todavía muy ignorante, y es mantenido en su ignorancia por los esfuerzos sistemáticos de todos los gobiernos, que consideran esta ignorancia como una de las condiciones más esenciales de su propia potencia" -Mijail Bakunin-
Fuentes: http://www.trans4mind.es, http://elpais.com
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