Poco a poco fue quedándome claro que una de las funciones que iba a tener en esta vida iba a ser comunicar. O, mejor, Comunicar. Compartir aquello que sabía o no se me daba del todo mal.
Hace dos años decidí apartar temporalmente la enseñanza continuada tras completar unos fantásticos 10 años. Necesitaba concentrarme y enfocar mis energías en otro lugar.
Actualmente tengo 29 años y el coaching educativo es una de las herramientas que van impregnadas en mí. Soy una persona que cambia, evoluciona o involuciona, que muchas veces desaprende y que siempre ha valorado y defendido la cultura del esfuerzo. Ya, simplemente, interiorizando ciertos conceptos podréis conseguir, en gran medida, todo aquello que os propongaís. Comencemos:
La motivación. Que estés motivado o motivada hará de ti que estés feliz. Sentirás que posees un objetivo y todo comenzará a funcionar para que esto ocurra. La motivación es la predisposición que uno tiene para promover un cambio, para realizar una transformación. La motivación es una fuerza interior que permite llevar a cabo una acción, un deseo de convertir el decir en hacer. La palabra motivación procede del latín motus que significa ‘causa del movimiento’. Pues bien, es ese movimiento el que permite pasar a la acción y modificar la conducta.
Vamos a citar 11 importantes claves las cuales me sirvieron y me sirven para conseguir cualquier objetivo que te propongas.
1. Definir el objetivo. Nunca serás capaz de motivar a tus alumn@s si no eres capaz de definir previamente cuál es el objetivo por el cual tus alumn@s querrán promover un cambio en su interior. Sin objetivo no hay motivación. Sólo conociendo lo que se quiere es como podrás ser capaz de desearlo.
2. Provocar el deseo. Una vez tienes definido cuál es el objetivo que propiciará la motivación en tus alumn@s, es cuando debes crear en ell@s un deseo profundo e interior. El deseo es un arma tremendamente poderosa y muy probablemente es el motor principal para la puesta en marcha de dicho objetivo. Hay que ser conscientes de que en muchas ocasiones el deseo se provoca y tú como docente debes propiciarlo.
3. Mantener la pasión.
Cuando tus alumnos saben lo que quieren y que lo quieren es el momento
de prolongar la motivación mediante la pasión. La pasión es fundamental porque cualquier pasión está
íntimamente ligada a los sentimientos. En el momento en que la
motivación se aúna con éstos es cuando la realización de
cualquier objetivo se hace más viable.
4. Visualiza el cambio.
Si hay motivación, hay movimiento. Y el movimiento es sinónimo de
avance, de cambio. Es muy importante que en el proceso de motivación l@s
alumn@s sean capaces de visualizar y verbalizar dichos cambios. Porque
visualizando dichos cambios es como se consigue mantener la pasión y,
por ende, la motivación.
5. Fomentar la excelencia.
No hay peor enemigo para la motivación que la perfección. En este
sentido es fundamental distinguir entre perfección y excelencia. De lo
que se trata es de mantener la motivación pero sin pretender alcanzar la
perfección del objetivo.
6. Premiar el logro y el error por igual.
Sí, has leído bien. En el aprendizaje de la motivación hay que premiar
por igual el logro y el error. Hay que entender la motivación como un
proceso y dicho proceso no está exento de dificultades. Si tus alumn@s
aprenden a valorar por igual sus logros y sus errores, la predisposición
de no abandonar su objetivo será mucho más alta y permitirá la
transformación final, es decir, la consecución del objetivo.
7. Superar los miedos.
En todo proceso de motivación es frecuente que aparezca el miedo de no
poder llegar a cumplir con el objetivo marcado. El miedo es, sin duda,
otro de los grandes enemigos de la motivación y puede presentarse de
múltiples maneras. De nuevo de lo que se trata es de poner de manifiesto
dichos miedos, verbalizarlos y tomar conciencia de ellos. Tus alumn@s
nunca serán capaces de eliminar sus miedos si no saben a qué le temen.
Se tiene miedo a lo desconocido, a lo nuevo, al cambio y, precisamente,
la motivación es conocimiento, novedad y transformación. De ahí que se
establezca una lucha constante entre lo que les gustaría y lo que
tienen, entre lo que dicen y lo que hacen. El miedo paraliza, mientras
que la motivación es energía en constante movimiento.
8. Buscar el equilibrio entre la concentración y el descanso.
Este apartado me parece realmente importante porque en cualquier
proceso en el que interviene la motivación hay que aprender a encontrar
un equilibro entre el desgaste que implica la atención para llevar a
cabo un objetivo y el descanso o relajación que dicho esfuerzo de
concentración implica. Con esto quiero decir que es tan importante ser
consciente del esfuerzo ante la consecución de un objetivo que el
descanso que conlleva dicha consecución del objetivo y que debe servir
para ir tomando conciencia de los avances que tus alumnos han
conseguido.
9. Huir del dolor para encontrar el placer.
En el proceso de enseñanza de la motivación para la consecución de un
objetivo es realmente importante ser consciente que en muchas ocaciones
la motivación nace por el deseo de un cambio, un cambio que en muchas
ocasiones viene determinado por el dolor ante una situación determinada.
De hecho, muchos objetivos guardan una relación estrecha con el dolor
que les provoca una determinada situación o condición. Hay que averiguar
qué causa ese dolor en tus alumn@s y enseñarles que huyendo de este
dolor lo que se conseguirá es alcanzar el logro y no hay logro que no
esté vinculado al placer.
10. Ser resilientes.
La consecución de un logro, de un objetivo está cargado de
adversidades, de miedos. De ahí que sea tan importante que tus alumn@s
sean unos alumn@s educad@s en la resiliencia, en la capacidad de superar
las adversidades y transformarlas en oportunidades.
11. Ser disciplinado. La disciplina se me antoja
fundamental y muy ligada a la cultura del esfuerzo porque la
organización para la consecución de un objetivo es un proceso en el que
como docente puedes estar presente, pero depende en última instancia de
tus alumn@s. Aunque la disciplina también se enseña, como docente debes
ser consciente de que el camino para enseñar motivación es un camino de
acompañamiento y eso es lo que lo hace realmente grande, porque la
consecución del objetivo será vista por tus alumn@s como algo que han
conseguido por ell@s mism@s. Esta es, sin lugar a dudas, la mejor
recompensa y el mayor aprendizaje que puedes ofrecerles.
"La tragedia en la vida no consiste en no alcanzar tus metas.
La tragedia en la vida es no tener metas que alcanzar" -Benjamin E. Mays-
Fuente principal: justificaturespuesta.com/11-claves-para-ensenar-motivacion-en-las-aulas-infografia/